La resistencia física es una de las cuatro capacidades físicas básicas, particularmente, aquella que nos permite llevar
a cabo una dedicación o esfuerzo durante el mayor tiempo posible.
Podemos
clasificar los tipos de resistencia según si actúa una parte del cuerpo (resistencia
local) o todo el cuerpo (resistencia general), o por si es aeróbica o
anaeróbica.
Resistencia aeróbica:
La resistencia se obtiene a través del metabolismo
físico y respiratorio, que realizan las células musculares mediante combustiones, es decir,
reacciones químicas en presencia de oxígeno. Por estas reacciones las proteínas, las grasas y el glucógeno almacenados en los músculos se oxidan. Este proceso tiene lugar al realizar
esfuerzos de más de 3 minutos con una frecuencia cardíaca entre 120 y 160
pulsaciones por minuto. Consiste en la capacidad biológica que permite
mantenerse en un esfuerzo prolongado a una intensidad media o baja. Dichos
esfuerzos aeróbicos se realizan manteniendo un equilibrio entre el aporte de
oxígeno y su consumo, definiéndose por lo tanto este tipo de resistencia como
aeróbica. Es la cualidad que nos permite aplazar o soportar la fatiga,
permitiendo prolongar un trabajo orgánico sin disminución importante del
rendimiento.
Resistencia anaeróbica:
Es el tipo de resistencia utilizada cuando la
intensidad es tan potente, que no podemos tomar todo el oxígeno que
necesitamos, por lo que estamos ante una deuda de oxígeno. Se consideran
anaeróbicos aquellos ejercicios de tal intensidad que no puedan efectuarse
durante más de 3 minutos.
Existen dos tipos de resistencia anaeróbica:
Resistencia anaeróbica aláctica:
Los esfuerzos son intensos y de muy corta duración
(0 - 16 s). La presencia de oxígeno es prácticamente nula. La utilización de
sustratos energéticos (ATP, PC) no produce sustancias de desecho.
Resistencia anaeróbica láctica:
Esfuerzos poco intensos y de media duración (15s -
2 min.), la utilización de sustratos energéticos produce sustancias de desecho
(ácido láctico) que se va acumulando y
causa de forma rápida conocida como fatiga.
Test
Course-Navette
El Test de Course-Navette es una prueba para
silenciar la potencia aeróbica máxima. Consiste en recorrer una distancia de 20
m. repetidamente siguiendo el ritmo que marca una señal acústica (normalmente
una cinta de audio). Dicho ritmo cada vez es mayor, va más rápido, por lo que
hay que ir aumentando progresivamente la velocidad. En total hay 23 periodos.
En los 3 últimos se tiene que ir a una velocidad aproximada de 18,7 km/h si se
quiere completar. Generalmente para completarla se requiere un gran entrenamiento
aeróbico previo.
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